Abr
2018

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Miguel Sánchez Pesquera, entre romántico y parnasiano



Nació en Cumaná, estado Sucre, en 1851, y murió en Barcelona, España, en 1920. Poeta y compilador. Su poesía es de difícil ubicación. Si bien D´Sola y Picón Salas la tienen, junto con la de Pérez Bonalde, como precursora de la modernidad, pareciera una contradicción considerarlo entre los parnasianos, pero veamos por qué no lo es. Los rasgos de modernidad que hallaron estos estudiosos en su obra son indudables, aunque no con la entidad que se hallan en una obra ya compleja, profunda y por ello moderna como la de Pérez Bonalde. Las señas de identidad de la poesía de este cumanés son entre románticas y parnasianas, es decir: irrumpen desde el romanticismo con las armas de su tiempo ya cosmopolita, ya helénico, ya severo ante la gratuidad del romanticismo. Entre sus obras figuran Primeras poesías (1880) y Sonetos (1900).

Su poema “La tumba del marino” fue uno de los más populares de la literatura venezolana.
Fuente: Diccionario General de la Literatura Venezolana. Monte Ávila Editores. 2013.


La tumba del marino

“Ha muerto”, dicen desde el ancha nave
que rauda vuela a la remota España.
“Pues al agua con él”, en brusco tono,
indiferente el capitán exclama.

Presto envuelven el gélido cadáver
en el tosco sayal de su mortaja,
y atándole a los pies enorme piedra
tumba le dan entre la mar airada.

Y prosigue la nave su carrera,
feliz, alegre, impávida y gallarda,
besada por los vientos de la tarde,
dorada por la luz de la mañana.

Y yo, sentado inmóvil en la popa,
el alma triste en angustiosa calma,
envidiaba la suerte de la nave
que pudo un tanto aligerar su carga.

Y dije a mi pesar: “si yo pudiera
mi muerto corazón lanzar al agua,
¡cuán alegre la nave de mi vida
cruzara el bello mar de la esperanza!