En el contexto de la comunicación planetaria
instantánea y la mundialización existe el riesgo de una estandarización de la
cultura. Sin embargo, para existir cada persona necesita dar testimonio de su
vida diaria, expresar su capacidad creativa y preservar los trazos de su
historia. Esto solamente es logrado a través del patrimonio cultural.
En un principio fueron considerados patrimonio cultural
los monumentos, conjuntos de construcciones y sitios con valor histórico,
estético, arqueológico, científico, etnológico y antropológico. Sin embargo, la
noción de patrimonio cultural se ha extendido a categorías que no
necesariamente forman parte de sectores artísticos pero que también tienen gran
valor para la humanidad. Entre estos se encuentran las formaciones físicas,
biológicas y geológicas extraordinarias, las zonas con valor excepcional desde
el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural y
los hábitats de especies animales y vegetales amenazadas.
Este patrimonio basa su importancia en ser el
conducto para vincular a la gente con su historia. Encarna el valor simbólico
de identidades culturales y es la clave para entender a los otros pueblos.
Contribuye a un ininterrumpido dialogo entre civilizaciones y culturas, además
de establecer y mantener la paz entre las naciones.
Más recientemente, la atención se ha centrado
en la conceptualización o diseño de una dimensión complementaria del
patrimonio, como resultado de un acercamiento al individuo y a los sistemas de
conocimiento, tanto filosóficos como espirituales. Esta dimensión
complementaria es llamada patrimonio inmaterial y abarca el conjunto de formas
de cultura tradicional y popular o folclórica, las cuales emanan de una cultura
y se basan en la tradición. Estas tradiciones se transiten oralmente o mediante
gestos y se modifican con el transcurso del tiempo a través de un proceso de
recreación colectiva.
Para muchas poblaciones -especialmente para los
grupos minoritarios y las poblaciones indígenas-, el patrimonio intangible
representa la fuente vital de una identidad profundamente arraigada en la
historia y constituye los fundamentos de la vida comunitaria. Sin embargo, la
protección de este patrimonio es muy vulnerable debido a su índole efímera.
Otra vertiente moderna del patrimonio cultural
es aquella que valora no sólo nuestra memoria pasada sino también nuestros
testimonios presentes, los cuales se almacenan cada vez más en forma digital.
Esto incluye páginas de Internet, bases en línea y diarios electrónicos que son
parte integral de nuestro patrimonio cultural. La protección de este patrimonio
necesita del consenso internacional para su almacenaje, preservación y
diseminación.
El patrimonio testifica la experiencia humana y
sus aspiraciones y debe ser una experiencia compartida que ofrece a cada ser
humano la oportunidad del descubrimiento propio como otra persona en ese caudal
de conocimiento que no es el propio. El valor más importante del patrimonio
cultural es la diversidad. Pero la diversidad de este patrimonio debe tener el
propósito de unir a los diversos pueblos del mundo a través del dialogo y el
entendimiento, en vez de separarlos.
Tipos
de patrimonio cultural
- Sitios
patrimonio cultural
- Ciudades
históricas
- Sitios
sagrados naturales (sitios naturales con valor religioso para algunas culturas)
- Paisajes
culturales
- Patrimonio
cultural subacuático (sitios sumergidos de interés cultural para el hombre)
- Museos
- Patrimonio
cultural móvil (pinturas, esculturas, grabados, entre otros)
- Artesanías
- Patrimonio
documental y digital
- Patrimonio
cinematográfico
- Tradiciones
orales
- Idiomas
- Eventos
festivos
- Ritos
y creencias
- Música
y canciones
- Artes
escénicas (danzas, representaciones)
- Medicina
tradicional
- Literatura
- Tradiciones
culinarias
- Deportes
y juegos tradicionales
Publicado por la UNESCO